jueves, junio 21, 2007

Iglesia al volante, peligro constante.

El Vaticano está preocupado por la mortalidad en las carreteras, así que ha decidido contribuir a la campaña de la DGT proponiendo un decálogo para los conductores católicos, que se puede resumir en "cortesía, prudencia y caridad". No puedo criticar una iniciativa así cuando busca el bien común. De hecho, opino que si todos siguiéramos el decálogo (al margen de creencias religiosas), tal vez las estísticas serían mejores, ya que lo que se promueve es un cambio de actitud positivo. Pero seamos realistas: es difícil de llevar a la práctica, sobre todo en caliente.

Han propuesto además una recomendación que no comparto: rezar el rosario mientras se conduce. Puede que el rosario sea muy mecánico, pero su letanía suele tener el mismo efecto de un mantra, sacándote de la realidad y haciéndote que alcances otro nivel de consciencia. Eso significa accidente seguro por falta de atención. Por tanto ¿para qué lo promueven? Sí, seguro que les encanta que la gente reze el rosario (en el fondo son unos románticos), pero creo que es mejor que lo dejen para espacios donde la integridad física no corra peligro.

1 comentario:

Crisis@Madrid dijo...

Anda que para una ocurrencia buena que se les ocurre lo arruinan diciendo que se rece el rosario.

Por cierto, ¿cuántos puntos te quitan por eso? Porque vamos estar con la mano por las perlitas del rosario es casi como estar tecleando un sms en un móvil ;)

Hombre si hubiesen dicho lo del rosario en caso de estar parado en un atasco, hubiese sido otra cosa. Y menos mal que no han dicho que a las 12 de la mañana se paren los conductores a rezar el "Angelus" independientemente del lugar donde se encuentren.

Lo dicho, está muy bien que se fomente la tranquilidad y comprensión al volante, pero que no intenten adoctrinar a la menor oportunidad. Pero bueno, es la Iglesia...

Besitos desde la fría Chile,
KIKI