domingo, enero 09, 2011

The enemy within.

Caer en una crisis de identidad es una de las cosas más duras que puede tocarte afrontar en la vida. Poner patas arriba quién eres y definirte de nuevo requiere de paciencia, fuerza y valor. Supongo que a todos nos sucede en algún momento (cosas de la madurez), pero es una putada. Sobre todo cuando toca a personas de caracter fuerte, con gran seguridad en sí mismas, porque jamás volverán a ser las mismas. Cuando la duda ha entrado en uno, se instala, germina y es difícil (por no decir imposible) erradicar. A día de hoy no conozco a nadie que haya pasado por una situación así y haya salido indemne. Así que toca aprender a vivir con ella, pero es como tener el enemigo en casa. A cambio, te vuelves más flexible y adaptable. O eso quiero creer.

Mucha suerte V.

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