Aprovechando mi último día de vacaciones y ante el maravilloso sol que ha salido esta mañana (en Madrid Este, al menos) me he decidido a estrenar mis flamantes patines en línea. Resultado: fracaso. Bueno, no exactamente, porque he conseguido hacer giros a la izquierda. Resulta que mi pierna dominante es la izquierda, lo cual es curioso siendo diestra, pero bueno... El caso es que me he caído una vez sobre el asfalto, me he empotrado contra un árbol, me he llenado de barro y me he hecho daño en el hombro. Aún así la jornada de hoy tiene algunas reflexiones:
- Me reitero en que patinar sobre ruedas es más difícil que sobre hielo. Las cuchillas son ligeras y se requiere menor esfuerzo para desplazarlas y hasta diría que son más estables, mientras que las ruedas pesan y tienen una dinámica diferente que va a requerir cierto esfuerzo para dominar.
- Hace tiempo que no monto en patines de ruedas, así que he olvidado bastante la práctica. En línea es la primera vez que lo hago. Lo que más me sorprende es que de pequeña fuera capaz de ir a cierta velocidad sin sentir miedo. Qué malo es hacerse mayor.
- ¿A quién se le ocurre empezar a patinar en pendiente? A mí. La subida genial, pero bajar es otra cosa. Sobre todo cuando no sabes frenar bien. Necesito ver vídeos en youtube que me expliquen ciertas cosas.
- Aun conociendo la teoría, la práctica es otra cosa muy diferente. No me salen los putos peces, ni siquiera para delante. Y posicionando en cuerpo para girar de una manera en que en cuchillas habría sido suficiente, en ruedas no funciona, lo que me lleva al punto 3 nuevamente: vídeos!!!!
- Lo único bueno de hoy es que me he quitado el miedo a usar los patines de ruedas (eso creo) y que cuando vaya a patinar sobre hielo, las cosas me parecerán mucho más fáciles (espero).
Seguiremos intentándolo.
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