martes, mayo 31, 2016

¿A dónde van los sueños rotos?

Cuando un sueño se rompe se escucha un sonido sordo dentro del pecho. Desde el exterior apenas es imperceptible, quizás evidenciado por un leve rictus en la faz o por esas pequeñas traidoras saladas que pugnan por derramarse desde los ojos.

Los sueños no anidan en la mente, allí sólo hay espacio para las ideas. Los sueños nacen como ideas, pero hay ideas que más cálidas que los conceptos abstractos o la lógica, y no pueden sobrevivir allí. Así que se transforman en sueños y emigran al corazón, donde se amalgaman en las paredes del mismo, se vuelven el corazón.

Así que cuando un sueño muere, el corazón se rompe, como un glaciar que se fragmenta en un bloque en caída al mar, pero en trozos más pequeños y livianos, como copos de ceniza salidos de un volcán. Se depositan en el suelo y quizás su destino es esperar que el viento los recoja y los esparza por el mundo. Quizá sirvan de pasto a los pájaros, quizá se entierren en la tierra y germinen como la cizaña, quizás simplemente esperen morir y ser absorbidos por la tierra, a la espera de ser olvidados definitivamente.

¿Cómo se cura un corazón roto? Dicen que la receta está en dejar pasar el tiempo y que sea éste el que recomponga las heridas con nuevos sueños que vengan a cerrar el tejido miocárdico. Pero a veces los fragmentos son tan grandes que es imposible recomponerlo, y el corazón vive con un agujero permanente por donde escapa la vida, la energía, la ilusión, la magia. Y mientras se intenta recomponer, el corazón se siente confundido, perdido, porque aquello que lo guíaba ya no está. Y mientras hay que seguir adelante, y hacer de cuenta que todo esta bien… sonreír, respirar, dormir, levantarse, trabajar, alimentarse…

Los neptunianos somos frágiles, necesitamos evadirnos para poder soportar la realidad. Dormir siempre es un aliado, y es más barato que las drogas y no tan perjudicial. Aunque cuando tienes el corazón roto, importa poco si vives o mueres, porque en realidad estás muerto, pero andas. Te has convertido en un zombi.

Llorar también ayuda, porque hay que aliviar la tensión que oprime el pecho. Aunque a veces esa presión duele tanto que llegas a sentirte insensible a todo lo demás. Y no es falta de interés: demasiado tienes que gestionar dentro como para que te importe lo de fuera.

Y así pasan los días. Primero sobrevives a uno. Luego a otro. Y un día deja de doler. Y un tiempo después deja de importarte. Porque aquí la mente va a hacer su trabajo, y distorsionará las memorias para que puedas lidiar con ellas. Y la esperanza se aferrará a algo que te ayude a salir adelante (ella sí que es incansable). O quieres creer que así será. 

domingo, mayo 29, 2016

La fotógrafa

Este fin de semana ha sido un poco duro para mí por varios temas que no voy a mencionar. Para intentar aplacar mi ansiedad, me he centrado en algo que pudiera mantener mi mente ocupada: la edición del fotolibro del viaje que el Salmon Team hizo a Noruega en 2014, con la excusa del Norseman. Normalmente estos trabajos me entretienen mucho, tanto que podría pasarme la noche entera dedicada a ellos. Pero esta vez mi situación ha hecho que no sea tan agradable. ¿Por qué? Porque ha generado pensamientos muy poco positivos que no me han ayudado mucho.
Dentro del Salmon Team yo soy la fotógrafa. El avituallamiento del corredor siempre es lo prioritario, pero si otra persona se encarga, puedo intentar hacer fotos que "inmortalicen" el momento. En Noruega gran parte de mi actividad fue sacar fotos de la carrera, de los paisajes que encontrábamos, y de las situaciones que vivíamos. Fue un gran viaje, la verdad. Pero cuando me he puesto a editar, me he dado cuenta de una cosa: mis fotos son sobre la vida de otros, las gestas de otros, los logros de otros. Vivo la vida de otros como una espectadora, siempre en la sombra, amparada detrás del objetivo. Nada que merezca la pena ser retratado, reseñado, o retratado.Es cierto que siempre he sido un coach potato, que he preferido las bambalinas al escenario, que he sido bastante pasiva y reactiva. Pero ahora pienso en si no he malgastado mi vida, si no he sido el personaje secundario de la película de otros, si mi existencia no ha sido algo descafeinado y prescindible.Y me da por pensar que he desperdiciado tiempo y oportunidades, y esto me hace sentir muy mal porque no puedo volver atrás y hacer las cosas de otra manera, porque hay muchas cosas que ya no podré hacer aunque quisiera, y porque estoy parada en un punto donde el camino parece haber desaparecido, pero también mi esperanza y mi fe. Y lo único que puedo hacer es dejarme llevar por la corriente hasta encontrar un recodo donde poder descansar un poco, hacer de tripas corazón y fingir que todo está bien, seguir siendo la que pone el objetivo al servicio de los demás para que ellos sean grandes.¿Es una cuestión de reconocimiento? No lo sé. Diría que en parte sí, porque me siento invisible, abandonada, y sola. Pero creo que en esto hay más de necesidad de reafirmación o de identidad, quizás de seguridad (para eso soy un 6), puede que algo de certeza. Creo que necesito distancia y serenidad.

El renacido

Este post va con spoiler, aunque la película tiene ya un tiempo suficiente como para que la mayoría de la gente la haya visto ya. No era mi caso, ciertamente, que pasé de querer ver la película en su momento a descartarla por culpa de los comentarios que la etiquetaban de "desagradable". Es cierto que tiene alguna imagen un tanto tremenda, pero en general es bastante soportable para el estómago.


Lo que sí puede considerarse es una película lenta y larga. 150 minutos de metraje, llena de fotografía y silencios, que hacen que la propia naturaleza se convierta en un personaje más. Los paisajes son impresionantes, pero creo que es demasiado lo que se exponen, quizás en una búsqueda de algún efecto dramático. Sólo por eso ya podemos decir que no tenemos la típica película comercial americana, y a mí me recuerda un poco al estilo de "Bailando con Lobos", pero mucho más a "Dersu Uzala".

Los actores están muy bien. Me gustó mucho Di Caprio, pero también Tom Hardy y su logrado acento yanki (es británico). En vestuario y diálogos se han gastado poco, es verdad. Quizás haya cierto regusto en la agonía humana, así como en la parte más salvaje y animal de nuestra especie. Pero esto tiene que ver mucho con la trama, o así lo he entendido yo.

En la película, Di Caprio es Glass, una especie de trampero que hace de guía para una compañía peletera. Tiene un hijo llamado Hawk, mitad pawnee, que sobrevivió a la matanza de su tribu a manos de los franceses (o eso parece por los uniformes). Hawk es lo único que le queda a Glass en la vida, así que cuando Fitzerald, un trabajador de la peletera sin ningún tipo de moral. asesina a su hijo, Glass emprende un camino hacia la venganza. Una venganza que es un ejercicio de voluntad y supervivencia. La suerte también la acompaña, aunque sus recursos no son desdeñables.

Ejecutada la venganza, sólo le queda la muerte y reunirse con sus seres queridos. O quizás no. Glass es un luchador nato. Tras el ataque al poblado pawnee intentó que su hijo se aferrara a la vida con estas palabras:
"As long as you can still grab a breath, you fight. You breathe...keep breathing."

Y también es necesario recordar las palabras de la mujer de Glass, que también son de fortaleza y resiliencia:
"When there is a storm, and you stand in front of a tree, if you look at it's branches, you swear it will fall, But if you watch the trunk, you will see it's stability".

Por tanto el final de Glass depende de cuánta sea su fuerza por vivir, aunque esto queda abierto al espectador.

viernes, mayo 27, 2016

El Despertar

Encontrado en el facebook de Raquel Rus.
Autor: Desconocido.

Si ya has despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos. 
Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo les ayudará a despertar sin necesidad de que hagas nada. 
Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo mecido y cuidado. 
Despertar no es un acto de magia, aunque llena de magia tu vida. 
Despertar no tiene nada que ver con el mundo externo, aunque todo lo que te rodea parece tener un nuevo brillo. 
Despertar no cambia tu vida, si bien sientes que todo ha cambiado. 
Despertar no borra tu pasado, pero al mirar atrás lo percibes como la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, pero sientes que ese alguien ya no eres tú. 
Despertar no despierta a tus seres queridos, pero ellos se ven más divinos ante tus ojos. 
Despertar no sana todas tus heridas, pero ellas dejan de gobernarte. 
Despertar no te hace más popular, pero ya no volveras a sentirte solo. Despertar no te embellece ante los demás, pero te hace perfecto ante tu propia mirada. 
Despertar no te da más poder, pero descubres el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te da la libertad de ser tú mismo. 
Despertar no cambiará el mundo, al menos de repente, pero te cambiará a ti.
Despertar no te quita responsabilidad, muy por el contrario, te da conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones. 
Despertar no te hace tener siempre la razón, más bien ya no sientes la necesidad de tenerla. 
Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la existencia. Permítete disfrutar de la experiencia de ser ese Ser maravilloso que ya eres.

Tu vida es un Acto Sagrado pues es la creación del Dios que hay en ti, que eres tú.

sábado, mayo 21, 2016

Bendiciones y gratitud

Bendecir. Según la acepción número 3 de la rae: "Invocar en favor de alguien o de algo la bendición divina". Agradecer: "sentir gratitud" y "mostrar gratitud o dar gracias".

Hace un mes aproximadamente me compré el libro "La magia" de Rhonda Byrne, la autora del famosísimo libro "El Secreto". Además de ser más barato, mejor organizado (en mi opinión), y más fácil de leer, el libro se centra en la gratitud como el sentimiento necesario para poner en marcha la ley de la atracción. Desde entonces, empecé a agradecer al Universo todo lo que se me ocurría: gracias por mi salud, por mi trabajo, mis mascotas, mi familia, etc.  Independientemente del resultado, que diría que no es demasiado eficaz, lo que sí he conseguido son varias cosas: 

  1. Darme cuenta de que, en general, tengo una situación privilegiada con respecto a otra gente menos afortunada.
  2. Que damos por sentado tantas cosas importantes y maravillosas, empezando por pensar que mañana despertaremos, que el amor que recibimos va a estar ahí para siempre, o que el simple hecho de respirar es algo desdeñable, por automático que sea.
  3. Que la Creación, el Universo, el Mundo, como se le quiera llamar, es increíble y es hermoso.
  4. Que practicar la gratitud hace que me sienta bien. 

Esto último lo noto en el cuarto chakra, el del corazón. Lo noto como un calorcito agradable que se genera desde ese punto y que parece extenderse desde allí en todas las direcciones. Así que todas las mañanas doy gracias por las cosas en las que creo enfocarme, y así empiezo el día de mejor humor. No está mal, ¿no?

Desde luego, tendría que trabajar también por no enfocarme en aquello que me hace sentir mal, pero éste es otro tema.

Y luego están las bendiciones. Antes, alguna vez, solía bendecir las cosas. Por lo menos, solía bendecir mi día y mi paso por él, pero no me causaba ningún tipo de sensación especial. Este hábito lo sustituí por el de la gratitud. Pero ayer, Sharing-Dreams me bendijo por ser como soy y por comprenderle. Me quedé un poco helada porque no me sentí merecedora de tal suerte. Era demasiado bonito para mí. Pero di gracias por tener a alguien que me valora así.

Hoy, quizás movida por esa experiencia, he mandado bendiciones a una persona. Y lo que he sentido ha sido una descarga de energía bastante fuerte. Quizás estaba más sensibilizada que en otras ocasiones, porque acababa de hacer un ritual, pero sea lo que sea lo he sentido. No ha sido cálido, sino poderoso y fuerte. A veces da miedo enredarse con energías fuertes, pero si no son negativas, ¿por qué no hacerlo? Aquí seguro que tengo una creencia limitante sobre la cantidad de poder que soy capaz de gestionar. Estoy casi segura de que ha tenido esa intensidad porque la energía estaba totalmente enfocada a una persona tangible, no hacia un concepto abstracto. Ahora me planteo si debo retomar esa práctica de bendición que solía hacer, pero no me veo expresando mis bendiciones en voz alta hacia la gente (me daría tanta vergüenza). Quizás haya una forma diferente de hacerlo, aunque no sea tan efectiva. Quizás con la gratitud sea igual de efectivo.

Y para cerrar el post, una anécdota de mi ritual de hoy, que está un poco relacionado con este tema, aunque sea tangencialmente. Durante el ritual, una de las velas asociada al elemento fuego se ha puesto a chisporrotear. Esto no lo he percibido nunca, porque en general no suelo prestar mucha atención, Pero hoy ha sido diferente porque estaba en meditación abierta, y tal vez esto me haya abierto un poco los sentidos. Le he preguntado al fuego: ¿Qué quieres decirme? Pero una voz dentro me ha dicho: "con la mente lo vas a poder comunicarte, tienes que usar el lenguaje del corazón". Vale, qué frustrante, y a la vez qué bonito. Poco más he podido averiguar. 

He buscado en internet sobre el significado del chisporroteo. No sé si es muy fiable, pero he encontrado esto, sacado del libro "Magia Practica con las Velas de Jake T. Shine. Dice así:
Si la vela chisporrotea:

  • Depuración y limpieza, capacidad de vencer los obstáculos
  • Ambiente demasiado cargado o alguno de los presentes se esta burlando del ritual
  • Tensiones y conflictos en vías de solución
  • Posibilidad de reconciliación a pesar de los enfrentamientos
  • Demasiada tension acumulada o ansiedad al realizar el trabajo
  • Necesidad de un tratamiento medico

Pues no sé, estaré pendiente. Desde luego lo que me queda claro es que tengo que aprender a sentir. No me refiero a la intensidad del sentimiento, sino al mensaje del mismo, a percibir desde las sensaciones y no desde la mente, que todo lo sesga y lo filtra. Pero ¿cómo hago esto? No tengo ni idea.

viernes, mayo 20, 2016

Un paso adelante

Mi eneagrama ha resultado ser el 6: el que duda. Sí, esa soy yo. Y como dudo, jamás puedo decidirme rápidamente, e incluso cuando creo haber decidido, dudo. Vivo en la duda constante. Pero aquí estoy, con una responsabilidad que me obliga tomar decisiones todos los días. Y para ello lo único que puedo hacer es intentar no racionalizar las cosas, porque si lo hago estoy perdida: entraría en un bucle infinito, que solamente me desgastaría emocionalmente sin llevarme a nada concreto. Yo suelo decidir intuitivamente.

Otra cosa que no me gusta nada es la típica pregunta "¿Dónde te ves dentro de X años?". Pues no lo sé. No lo he sabido nunca. Nunca he tenido planes. Más bien me dejo llevar por la corriente de la vida. Seguramente podría haber conseguido algo mejor en la vida, pero si lo tienes una dirección, ¿cómo saber hacia dónde moverte? Tampoco me puedo quejar, no del todo al menos.

Y entonces me vienen con el tema de los planes de carrera y con la preguntita de marras: ¿dónde te ves en la empresa dentro de unos años? Siendo francos, me veo como estoy o en la calle. Ésta me parece la típica tontería de RRHH que sólo me hace perder el tiempo. ¿Posibilidad de carrera? Tremendamente difícil. Tampoco sé si quiero avanzar tanto. Me da un poco igual.

Pero ahora en el departamento hay cierta inestabilidad. Mi sector hermano está revolucionado con la reciente salida de su HoS, y con los cambios que se avecinan. Mi jefe ya ha avisado que a mi sector nos deja un poco de lado para poder ocuparse del otro. Es decir, más carga de decisión para mí, si cabe. Aunque en realidad no me siento libre para poder decidir sobre todo. Me siento como caminando entre dos tierras. Esto me causa bastante incertidumbre. Pero de alguna manera, capeo como puedo el temporal, siempre que tenga desconectada la parte mental. Afortunadamente tengo tanto trabajo, tantos temas que atender, que esta parte resulta más fácil de lo que parece. El trabajo como opio. Seguramente a nivel subconsciente me está dañando de verdad.

Sin embargo, en toda esta vorágine, de repente he tenido un instante de claridad mental. Si bien no sé lo que quiero, sí sé lo que no quiero. Y cuando algo no te gusta, es el momento de significarse y dar un paso adelante. Eso he hecho. Digamos que mi ventaja reside en haberme adelantado y en el desconcierto que reina. El resto está por ver. Parte depende de mí, parte no. Yo sólo puedo trabajar con mi parte. Aunque no sea suficiente, me da igual. Por primera vez, estoy satisfecha de haber sido más activa que reactiva, independientemente del resultado. También sé que un resultado positivo tampoco me va a complacer del todo.

"Un pequeño paso puede cambiar tu vida". Así se titula el libro que me espera para leer. Creo que tiene mucho que ver con esta circunstancia que estoy relatando.

Esto también me ha ayudado a ver lo desenfocadísima que estoy en todo en la vida. Se me desperdiga la energía y ciertamente no obtengo resultados en nada. En general es muy insatisfactorio. Creo que debería elegir cuatro cosas y dejar todo lo demás de lado. Debería ser más calculadora, más fría, más egoísta. Debería lobotomizarme. Debería convertirme en una isla. " The rock feels no pain, and the island never cries".

domingo, mayo 15, 2016

La bruja


Una familia de puritanos de Nueva Inglaterra son expulsados de la comunidad por un pecado de orgullo del padre. La familia, compuesta por un matrimonio y sus cinco hijos, se instalan en un valle junto a un frondoso bosque. Al poco tiempo, el hijo de la familia, un bebé sin bautizar, desaparece ante los ojos de la hija mayor, Theresine, quien incapaz de dar una explicación al suceso, se convierte en blanco de las suspicacias de una familia controlada por la rígida fé puritana. Desde ese momento, la familia parece convertirse en blanco de unos infortunios que parecen proceder del mismo bosque, en cuyo corazón, parece habitar una bruja.

Una película extraña. De corte muy costumbrista, sombría, inquietante. No es que me haya disgustado, porque no es el caso, pero me he quedado un poco perpleja. A mí me falta algo más para que la película pueda gustarme del todo, quizás más argumento, quizás historia, quizás un final diferente. Desde luego no me deja indiferente, y me encantaría poder haberla visto con alguien para poder deslabazarla al final.

Para empezar esperaba una historia de terror, ya que así la vende la propaganda. Pues para nada. Algún sustillo hay, pero tan leve. Lo que sí tiene es alguna escena un tanto desagradable, pero que no desentona en la ambientación claustrofóbica de la película. La claustrofobia viene dada por el ambiente opresivo de la familia, fruto de las propias normas religiosas de la familia. Esto contrasta con la supuesta libertad que tendrían que experimentar al vivir en plena naturaleza.

Por otro lado, volvemos al sempiterno tema de la bruja malvada asociada al mal, al diablo, en contraste con una fé que representaría la verdad y la bondad. Sin embargo, toda la familia está llena de mentiras, de pecados, de flaquezas, que en realidad tienen más que ver con la represión de la naturaleza humana. Aquí Dios poco tiene que ver, a pesar de que aparentemente guía la acción familiar. Tanta rectitud, tanta moral, que al final todos son víctimas de recelos y supersticiones, hasta el punto de rechazar la verdad y la inocencia cuando la tienen delante. Pero sí es interesante ver cómo la fe se resiente cuando empiezan a aparecer los problemas y la familia comienza a sentirse desamparada. Aunque a ratos uno no sabe si realmente todo lo que le sucede a la familia es parte de una maldición, o más bien es el resultado de la histeria del grupo. Quizás ambas se realimentan.

Que el diablo habite el bosque me rechina tanto. Es lo malo de tratar de mezclar el paganismo naturalista con un diablo propio de la cultura judeocristiana. ¿El mal primigenio? Si Dios es Dios, su poder debería ser superior al de cualquiera de sus creaciones, incluyendo el diablo. Y desde luego, Dios es ubicuo, en el bosque también. Pero en la película, el bosque es el territorio del mal, como si el poder de Dios no pudiera entrar en el mismo. 

Pero he de decir que sí me ha gustado un punto del final (spoiler now), cuando Theresine se convierte en bruja, porque de alguna manera ella consigue liberarse del encorsetamiento al que estaba sometida. Aunque a partir de entonces será una sierva del diablo. Es decir, que la pobre tampoco gana mucho al sustituir unos amos (su familia) por otro (el diablo). Me habría gustado que los motivos de su conversión estuviesen más claros, y quizás algo más de catarsis en su "retribución", pero apenas está conseguido.

Por cierto, la música, bastante perturbadora.

La maldición de los guapos

¿Ser guapo te asegura una vida fácil? En general tendemos a pensar que sí por las situaciones que hemos vivido con ellos. Desde pequeño, ser guapo pareciera que todo les resulta más fácil: los buscan más como amigos, compartes con ellos más fácilmente tus lápices de colores, aceptas sus ideas con más facilidad...y todo esto en una sociedad que parece primar ciertos cánones de belleza frente a cualquier otra cosa.

Ayer subí a visitar a mi amiga Alicia. Tras una tranquila tarde de charleta, café, y sofá bajo las mantas en la pérgola de su maravilloso jardín, Ali pensó que sería buena idea salir a cenar. Creo que necesitaba cambiar de aires tras tirarse dos semanas detrás de su hijo para preparar los exámenes. Así que fuimos a un restaurante muy chulo cerca de su casa, y luego se nos ocurrió dejarnos caer por un local donde había un concierto en vivo.

El ambiente me pareció un poco raro al principio, porque hace mucho que no salgo de noche por sitios así. Había mucha gente de 50 años, con muchas mujeres recauchutadas, teñidas, y vestidos imposibles (otras no). Me sentí bastante fuera de lugar y con ganas de buscar un rincón oscuro donde poder ampararme. Era obvio que no iba a llamar la atención, pero si me siento vulnerable, prefiero buscar un refugio. Pero Ali se empeño que fuéramos hasta la parte delantera del local, y si nos descuidamos nos subimos al escenario.

Tocaba una banda llamada Darwin, que hacen versiones de temas muy conocidos de corte pop-rock. Todo muy revival, especialmente cuando sonaron Camilo sexto y su "Vivir así es morir de amor", y otros similares. En general me pareció muy entretenido, me lo pasé bien. Hasta tuve un flashback de mis días de adolescente, cuando iba a las discotecas con mis amigas y me perdía del mundo en el mío propio bailando. Ellas con sus dramas sentimentales, y yo sólo quería bailar. Me encantaba bailar. Bueno, me sigue gustando, aunque no practique mucho.

Pero hete aquí que el cantante se pone a hablar de un amigo suyo que estaba en la sala, y empieza a decir lo guapo que es, y lo saca al escenario. Y allí plantado sólo pude pensar en un tema de credibilidad. Puedes ser guapo, pero no es suficiente. Se necesita algo más para aglutinar a las masas, para arrastrar a la gente. Llámalo carisma, llámalo actitud, llámalo sustancia. Ese chico no tenía ninguna de ellas. O mejor dicho, tuviese lo que tuviese, su amigo se lo había cargado, reduciéndolo a una simple etiqueta "guapo". Y pensé que ésa era la maldición de los guapos: tener que demostrar que son algo más que una cara bonita, algo más que un envoltorio, que son capaces de sentir, que son capaces de aportar algo más que una fachada decorativa.

Por un momento sentí pena por el chico, pero se me pasó enseguida. Ni siquiera era tan guapo (para mi gusto), y cometió el crimen de cargarse una canción tan emblemática como "With or without you" de U2.

miércoles, mayo 11, 2016

El libro de la selva


Nueva versión Disney de la historia de Mowgli, el cachorro humano criado por los lobos en las selvas de la India. Aunque la película dice estar basada en los libros de Rudyard Kipling, me recuerda más al clásico de animación de la misma factoría. Esto es decir mucho, porque el libro lo leí hace muchos años, y apenas recuerdo del mismo que era una versión infantil del original. Así que más que de la historia, me acuerdo de las ilustraciones del mismo, que también eran las de la película. Lo que sí recuerdo es que mis padres nos llevaron a mi hermana y a mí a ver la película a los cines Imperial (ahora tristemente reconvertidos en una tienda), que llovía a cántaros, y que había una cola bastante largar para acceder a la sala.

Mucho ha llovido desde entonces, muy diferente el formato de la película, y muy diferentes las circunstancias que me han llevado nuevamente a ver esta película. La historia sigue siendo la misma a rasgos generales, las canciones también. Sólo recordaba "Busca lo más vital" y "Quiero ser como tú", ésta última versionada por Rey Lui, que ya tiene delito.

Si algo ha cambiado es la estética visual, con escenarios y animales increíbles gracias a los nuevos efectos de animación. Me habían comentado que los animales parecían demasiado grandes, y yo, sin haberla visto, lo atribuí a que así debe ver un niño a los animales. Pero lo cierto es que sí, son enormes, especialmente Bagheera, Kaa, y Shere Khan. Creo que se han pasado un poco. Del mono ni hablamos porque él se define como un Gigantophitecus, en la película representado por un orangután colosal con aspiraciones de poder, aunque según Wikipedia es más un homínido que un mono. Lástima descubrir que la voz en la versión original la ponía Christopher Walken. Me habría gustado escucharla.

El que me ha gustado es Baloo, el oso. Tan despreocupado, tan indolente, tan gracioso, y con las escenas más simpáticas de toda la película. Como una en que coge a un jabalí bañado en miel y lo chupetea, y el jabalí encantado de la vida, a pesar de que al principio no le hacía mucha gracia. También me ha gustado el tratamiento del personaje de Mowgli. En algunos puntos se nota que, como humano, desarrolla otras habilidades que el resto de animales no pueden alcanzar, pero no resulta un marisabidillo humano cargante. Eso es de agradecer.

En resumen, una película entretenida, más si llueve en la calle, con canciones pegadizas, y no sé si tanto para niños. No para niños muy pequeños, al menos.

domingo, mayo 08, 2016

Somos uno

Tú eres el sol, yo soy la noche. Juntos somos uno.
Tú eres el camino serpenteante, yo soy el agua que fluye en tus recodos. Juntos somos uno.
Tú eres la mente, yo soy el corazón. Juntos somos uno.
Tú eres la razón, yo soy la esperanza. Juntos somos uno.
Tú eres la vida, yo soy el sueño. Juntos somos uno.

miércoles, mayo 04, 2016

La quinta fase

La quinta fase era un eslabón más de una serie de actividades encaminadas a un día que yo consideraba estupendo.
La quinta fase era una escalada en mi creatividad. Después de la quinta podría haber una sexta, una séptima,...todas encaminadas a contribuir a crear ese día estupendo. Me cuesta arrancar, pero una vez que lo hago las ideas parece que se generan solas.
La quinta fase era también una cuestión de involucración. Me cuesta poco dar el paso, pero no voy a darlo si no veo que mi esfuerzo me va a compensar. Recuerdo las palabras de Suni sobre el intercambio de cheques. Quizás sea un tema de retribución, quizás sea un tema de reconocimiento. Para mí es un tema de ilusión. Si no hay ilusión, no me merece la pena seguir adelante, e invertir una energía que se va a desaprovechar.
Así que me he enfriado, como buena piscis. El frío que siento es semejante a un páramo desértico e inhóspito donde antes era todo primavera. Ahora mismo estoy en medio de ese páramo, anclada en la cuarta fase, pero me planteo si no debería deshacer todas las fases. La energía reservada para la escalada sigue ahí, y es necesario desplazarla a algún otro lado, la destrucción por ejemplo, como esos artistas que destrozan su obra. Me planteo si no debería desaparecer.