domingo, mayo 15, 2016

La bruja


Una familia de puritanos de Nueva Inglaterra son expulsados de la comunidad por un pecado de orgullo del padre. La familia, compuesta por un matrimonio y sus cinco hijos, se instalan en un valle junto a un frondoso bosque. Al poco tiempo, el hijo de la familia, un bebé sin bautizar, desaparece ante los ojos de la hija mayor, Theresine, quien incapaz de dar una explicación al suceso, se convierte en blanco de las suspicacias de una familia controlada por la rígida fé puritana. Desde ese momento, la familia parece convertirse en blanco de unos infortunios que parecen proceder del mismo bosque, en cuyo corazón, parece habitar una bruja.

Una película extraña. De corte muy costumbrista, sombría, inquietante. No es que me haya disgustado, porque no es el caso, pero me he quedado un poco perpleja. A mí me falta algo más para que la película pueda gustarme del todo, quizás más argumento, quizás historia, quizás un final diferente. Desde luego no me deja indiferente, y me encantaría poder haberla visto con alguien para poder deslabazarla al final.

Para empezar esperaba una historia de terror, ya que así la vende la propaganda. Pues para nada. Algún sustillo hay, pero tan leve. Lo que sí tiene es alguna escena un tanto desagradable, pero que no desentona en la ambientación claustrofóbica de la película. La claustrofobia viene dada por el ambiente opresivo de la familia, fruto de las propias normas religiosas de la familia. Esto contrasta con la supuesta libertad que tendrían que experimentar al vivir en plena naturaleza.

Por otro lado, volvemos al sempiterno tema de la bruja malvada asociada al mal, al diablo, en contraste con una fé que representaría la verdad y la bondad. Sin embargo, toda la familia está llena de mentiras, de pecados, de flaquezas, que en realidad tienen más que ver con la represión de la naturaleza humana. Aquí Dios poco tiene que ver, a pesar de que aparentemente guía la acción familiar. Tanta rectitud, tanta moral, que al final todos son víctimas de recelos y supersticiones, hasta el punto de rechazar la verdad y la inocencia cuando la tienen delante. Pero sí es interesante ver cómo la fe se resiente cuando empiezan a aparecer los problemas y la familia comienza a sentirse desamparada. Aunque a ratos uno no sabe si realmente todo lo que le sucede a la familia es parte de una maldición, o más bien es el resultado de la histeria del grupo. Quizás ambas se realimentan.

Que el diablo habite el bosque me rechina tanto. Es lo malo de tratar de mezclar el paganismo naturalista con un diablo propio de la cultura judeocristiana. ¿El mal primigenio? Si Dios es Dios, su poder debería ser superior al de cualquiera de sus creaciones, incluyendo el diablo. Y desde luego, Dios es ubicuo, en el bosque también. Pero en la película, el bosque es el territorio del mal, como si el poder de Dios no pudiera entrar en el mismo. 

Pero he de decir que sí me ha gustado un punto del final (spoiler now), cuando Theresine se convierte en bruja, porque de alguna manera ella consigue liberarse del encorsetamiento al que estaba sometida. Aunque a partir de entonces será una sierva del diablo. Es decir, que la pobre tampoco gana mucho al sustituir unos amos (su familia) por otro (el diablo). Me habría gustado que los motivos de su conversión estuviesen más claros, y quizás algo más de catarsis en su "retribución", pero apenas está conseguido.

Por cierto, la música, bastante perturbadora.

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