sábado, mayo 21, 2016

Bendiciones y gratitud

Bendecir. Según la acepción número 3 de la rae: "Invocar en favor de alguien o de algo la bendición divina". Agradecer: "sentir gratitud" y "mostrar gratitud o dar gracias".

Hace un mes aproximadamente me compré el libro "La magia" de Rhonda Byrne, la autora del famosísimo libro "El Secreto". Además de ser más barato, mejor organizado (en mi opinión), y más fácil de leer, el libro se centra en la gratitud como el sentimiento necesario para poner en marcha la ley de la atracción. Desde entonces, empecé a agradecer al Universo todo lo que se me ocurría: gracias por mi salud, por mi trabajo, mis mascotas, mi familia, etc.  Independientemente del resultado, que diría que no es demasiado eficaz, lo que sí he conseguido son varias cosas: 

  1. Darme cuenta de que, en general, tengo una situación privilegiada con respecto a otra gente menos afortunada.
  2. Que damos por sentado tantas cosas importantes y maravillosas, empezando por pensar que mañana despertaremos, que el amor que recibimos va a estar ahí para siempre, o que el simple hecho de respirar es algo desdeñable, por automático que sea.
  3. Que la Creación, el Universo, el Mundo, como se le quiera llamar, es increíble y es hermoso.
  4. Que practicar la gratitud hace que me sienta bien. 

Esto último lo noto en el cuarto chakra, el del corazón. Lo noto como un calorcito agradable que se genera desde ese punto y que parece extenderse desde allí en todas las direcciones. Así que todas las mañanas doy gracias por las cosas en las que creo enfocarme, y así empiezo el día de mejor humor. No está mal, ¿no?

Desde luego, tendría que trabajar también por no enfocarme en aquello que me hace sentir mal, pero éste es otro tema.

Y luego están las bendiciones. Antes, alguna vez, solía bendecir las cosas. Por lo menos, solía bendecir mi día y mi paso por él, pero no me causaba ningún tipo de sensación especial. Este hábito lo sustituí por el de la gratitud. Pero ayer, Sharing-Dreams me bendijo por ser como soy y por comprenderle. Me quedé un poco helada porque no me sentí merecedora de tal suerte. Era demasiado bonito para mí. Pero di gracias por tener a alguien que me valora así.

Hoy, quizás movida por esa experiencia, he mandado bendiciones a una persona. Y lo que he sentido ha sido una descarga de energía bastante fuerte. Quizás estaba más sensibilizada que en otras ocasiones, porque acababa de hacer un ritual, pero sea lo que sea lo he sentido. No ha sido cálido, sino poderoso y fuerte. A veces da miedo enredarse con energías fuertes, pero si no son negativas, ¿por qué no hacerlo? Aquí seguro que tengo una creencia limitante sobre la cantidad de poder que soy capaz de gestionar. Estoy casi segura de que ha tenido esa intensidad porque la energía estaba totalmente enfocada a una persona tangible, no hacia un concepto abstracto. Ahora me planteo si debo retomar esa práctica de bendición que solía hacer, pero no me veo expresando mis bendiciones en voz alta hacia la gente (me daría tanta vergüenza). Quizás haya una forma diferente de hacerlo, aunque no sea tan efectiva. Quizás con la gratitud sea igual de efectivo.

Y para cerrar el post, una anécdota de mi ritual de hoy, que está un poco relacionado con este tema, aunque sea tangencialmente. Durante el ritual, una de las velas asociada al elemento fuego se ha puesto a chisporrotear. Esto no lo he percibido nunca, porque en general no suelo prestar mucha atención, Pero hoy ha sido diferente porque estaba en meditación abierta, y tal vez esto me haya abierto un poco los sentidos. Le he preguntado al fuego: ¿Qué quieres decirme? Pero una voz dentro me ha dicho: "con la mente lo vas a poder comunicarte, tienes que usar el lenguaje del corazón". Vale, qué frustrante, y a la vez qué bonito. Poco más he podido averiguar. 

He buscado en internet sobre el significado del chisporroteo. No sé si es muy fiable, pero he encontrado esto, sacado del libro "Magia Practica con las Velas de Jake T. Shine. Dice así:
Si la vela chisporrotea:

  • Depuración y limpieza, capacidad de vencer los obstáculos
  • Ambiente demasiado cargado o alguno de los presentes se esta burlando del ritual
  • Tensiones y conflictos en vías de solución
  • Posibilidad de reconciliación a pesar de los enfrentamientos
  • Demasiada tension acumulada o ansiedad al realizar el trabajo
  • Necesidad de un tratamiento medico

Pues no sé, estaré pendiente. Desde luego lo que me queda claro es que tengo que aprender a sentir. No me refiero a la intensidad del sentimiento, sino al mensaje del mismo, a percibir desde las sensaciones y no desde la mente, que todo lo sesga y lo filtra. Pero ¿cómo hago esto? No tengo ni idea.

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