miércoles, mayo 11, 2016

El libro de la selva


Nueva versión Disney de la historia de Mowgli, el cachorro humano criado por los lobos en las selvas de la India. Aunque la película dice estar basada en los libros de Rudyard Kipling, me recuerda más al clásico de animación de la misma factoría. Esto es decir mucho, porque el libro lo leí hace muchos años, y apenas recuerdo del mismo que era una versión infantil del original. Así que más que de la historia, me acuerdo de las ilustraciones del mismo, que también eran las de la película. Lo que sí recuerdo es que mis padres nos llevaron a mi hermana y a mí a ver la película a los cines Imperial (ahora tristemente reconvertidos en una tienda), que llovía a cántaros, y que había una cola bastante largar para acceder a la sala.

Mucho ha llovido desde entonces, muy diferente el formato de la película, y muy diferentes las circunstancias que me han llevado nuevamente a ver esta película. La historia sigue siendo la misma a rasgos generales, las canciones también. Sólo recordaba "Busca lo más vital" y "Quiero ser como tú", ésta última versionada por Rey Lui, que ya tiene delito.

Si algo ha cambiado es la estética visual, con escenarios y animales increíbles gracias a los nuevos efectos de animación. Me habían comentado que los animales parecían demasiado grandes, y yo, sin haberla visto, lo atribuí a que así debe ver un niño a los animales. Pero lo cierto es que sí, son enormes, especialmente Bagheera, Kaa, y Shere Khan. Creo que se han pasado un poco. Del mono ni hablamos porque él se define como un Gigantophitecus, en la película representado por un orangután colosal con aspiraciones de poder, aunque según Wikipedia es más un homínido que un mono. Lástima descubrir que la voz en la versión original la ponía Christopher Walken. Me habría gustado escucharla.

El que me ha gustado es Baloo, el oso. Tan despreocupado, tan indolente, tan gracioso, y con las escenas más simpáticas de toda la película. Como una en que coge a un jabalí bañado en miel y lo chupetea, y el jabalí encantado de la vida, a pesar de que al principio no le hacía mucha gracia. También me ha gustado el tratamiento del personaje de Mowgli. En algunos puntos se nota que, como humano, desarrolla otras habilidades que el resto de animales no pueden alcanzar, pero no resulta un marisabidillo humano cargante. Eso es de agradecer.

En resumen, una película entretenida, más si llueve en la calle, con canciones pegadizas, y no sé si tanto para niños. No para niños muy pequeños, al menos.

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