miércoles, julio 06, 2016

Adios a la magia

Hoy he decidido romper con la magia y todo lo que se asocia a ella. No quiero saber nada de sueños, ni de esperanza, ni de poesía, ni de posibilidades, ni de fantasías. El mundo se ha quedado en blanco y negro. Todo es un vacío, salvo el dolor que llevo dentro, que me llena por completo. Eso es lo único que existe, lo único que hay para mí, el resto son quimeras.
He empezado a deshacerme de todo lo que me recuerda a la magia: he desmontado mi altar, he tirado los libros de temática variada, me he deshecho de los patrones holosintéticos,...La tristeza convertida en ira. La ira me ha ayudado a liberarme del apego: destrucción sin contemplaciones de un mundo absurdo, como la persona que soy. Pero aún queda mucho por limpiar: lonas, libros de fantasía, dvds, peluches, cuadros.... Demasiada basura acumulada a lo largo de los años. Tanto dinero perdido en necedades.
Lo que más he sentido es romper el cerdito de barro de mi mesa. Era un recuerdo de un momento compartido con mi hermana, un día en que decidimos pintar con témperas. Era el recuerdo de una época que no volverá. Muere con cada fragmento de cerámica.
Tengo que eliminar también todos los enlaces y los blogs que me recuerden nada de esto.
Voy a dejar de hacer toda la parafernalia espiritual matutina que me había marcado. Lo más difícil va a ser dejar de fantasear. Eso va a requerir de mucha disciplina por mi parte.
El fin de semana tenía un curso de eneagrama. Ahora mismo dudo si debo participar, aunque ya lo tenga pagado. No debería ir por esa senda. No debería ir por ninguna senda que pudiera alimentar ninguna fantasía o senda neptuniana.
Lo mío es el trabajo. Ya se encarga la vida de recordármelo. No hay nada para mí más allá de esto. Cada vez que intento ir más allá, me pego el hostiazo padre. Más claro no me lo puede decir. No sé por qué he insistido tanto en salirme de la linde. La esperanza y la ilusión son tan engañosas. Te hacen creer que puedes, pero es mentira. Quizás sean unas pequeñas sádicas que se ríen de mí en cada fracaso. ¿Para qué intentarlo más? Estoy cansada.
Hoy he mirado el mundo y me ha parecido extraño, vacuo, artificial, falso. Me ha dado asco y vértigo.
Y luego está la gente. La gente dice que le importas, pero no es verdad. Ellos creen que son buenos amigos, hermanos, amantes, compañeros, pero en realidad lo único que hacen es asomar la cabeza superficialmente, y luego continúan con sus vidas. Sus vidas perfectas. No sé si lo hacen por costumbre o por quedar bien, pero eso no es amor. Obras son amores. No tengo que reprochar nada, yo también actúo así. Todos lo hacemos. Tenemos relaciones tan falsas.
Contemplando sus vidas, la mía parece un error. An "Accident of Birth", como la canción de Bruce Dickinson. No sé qué pinto en este mundo. Soy errática, irracional, absurda, estúpida. No valgo para nada, no aporto nada, y todo lo que toco muere o se pudre (que para el caso es lo mismo). Soy tierra yerma. Sí, hacen bien en dejarme atrás, ¿por qué deberían tomarse ninguna molestia conmigo? ¿Qué soy yo sino una mala inversión? Me dan ganas de desaparecer. Pero antes de eso, mi mundo debe desaparecer para que no quede traza. Ya he empezado la desmantelación.

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