Debido a la huelga de metro he venido a trabajar en coche. Tenía mucho tiempo de sobra y he leído el periódico del bar (El mundo) mientras tomaba el desayuno. Hoy aparecían dos noticias curiosas relacionadas con animales.
La primera iba sobre unos peces elefantes que usa una empresa israelí para medir la calidad del agua que suministran. Resulta que cuando el agua está sucia, los peces emiten unas ondas eléctricas en número muy superior a aquellas que emiten cuando está limpia. Me parece un procedimiento curioso e innovador, aunque habría que preguntar a los peces qué opinan sobre el mismo.
La segunda noticia sorprende por lo insólito de la misma. Unos chicos estaban celebrando un botellón en el búho N-21 de Madrid y el conductor llamó a la policía. Al increparles los agentes, uno de los chicos se lío a puñetazos con ellos. Le detuvieron, le cachearon y en sus bolsillos encontraron ¡una pitón de un metro de largo! La serpiente le fue devuelta al chico al día siguiente cuando presentó los papeles del animal.
Y digo yo ¿es correcto devolverle al animal? A mí me parece que este chico no se ha comportado muy responsablemente con su mascota (si es que una serpiente puede considerarse así). Seguro que el pobre bicho pasó un mal rato encerrada en el bolsillo y estaría muerto de miedo. Pero más aún ¿qué habría pasado si se hubiese escapado? La serpiente era aún una cría y mucho daño no podía hacer, pero seguramente en un par de años habríamos tenido la típica leyenda urbana de las cloacas y los WCs. Es delirante.
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