viernes, octubre 09, 2009

El Premio Nobel y la pérdida de la credibilidad.

Noticia del día: Obama, premio Nobel de la paz 2009.

¿Estamos locos o qué nos pasa?
¿Qué méritos ha demostrado Obama para merecer el premio además de tener presencia y dar bonitos discursos?

El Instituto contesta a esta cuestión: " ha creado un clima nuevo para la política internacional. Gracias a sus esfuerzos, la diplomacia multilateral ha recuperado su posición central y ha devuelto a las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales su papel protagonista".

"La visión de un mundo sin armas nucleares ha estimulado el desarme y las negociaciones para el control de armamento. Gracias a la iniciativa de Obama, Estados Unidos está desempeñando un papel más constructivo para hacer frente a los retos del cambio climático que afronta el mundo", ha agregado el Instituto".

¿¿¿¿Perdón?????

Yo alucino. Recordemos que Obama fue investido presidente del 20 de enero de 2009. Un tiempo "largo" para poder demostrar una activa participación por la paz.

He buscado cómo funciona el proceso de selección. El plazo de candidaturas cierra en febrero. Es decir, un mes desde la investidura. En plena fiebre del "fenónemo". Pero desde febrero hay procesos de descarte: ¿nadie tuvo sentido común para descartarlo? ¿No había otros candidatos mejores? 205 candidatos en total. Entre ellos, Bill Clinton, Bono de U2, y hasta ¡Silvio Berlusconi!

Virgen Santa, qué mal está el mundo.


2 comentarios:

Crisis@Madrid dijo...

Yo tampoco lo entiendo, la verdad.
Me parece que hay mucho "marketing" últimamente. A Obama le dan el Nobel, Río se lleva las Olimpiadas...
Todo se mueve por los intereses

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

Como ya he dicho en otro sitio, premios honoríficos como el Nóbel de la paz o los Príncipes de Asturias no son mas que meras loas al oportunismo, una forma de congraciarse con el pueblo mediante lo que esté más "in" o sea más popular en ese momento. En ocasiones mola ver que algo de coherencia se instala en estos premios, pero por lo general creo que si Alfred Nobel levantase la cabeza le metería una buena dosis de dinamita a los encargados de la selección. De todas formas ya se le dio el Nobel a un presidente de EEUU como Woodrow Wilson, que se lo den a Obama no deja de ser una incoongruencia que entra dentro de lo "lógico".