lunes, enero 29, 2018

La gorriona y yo


Desde que José se marchó, como sola. Podría ir con cualquiera de los grupos de ARI, pero prefiero irme sola. No soy tampoco la mejor compañía, y no sé si tengo ganas de mucho small talk con ciertas personas.
He bajado al bosque de abedules, aprovechando que tenía una comida apta para un pseudo-picnic: empanada. Es un sitio para comer en invierno porque el calor se reconcentra y te puedes cocer vivo. Hoy ha hecho mucho calor.
Mientras estaba descansando ha aparecido una gorriona. A los gorriones los llamo “el equipo de limpieza”, porque limpian mucho de lo que los humanos dejamos. Hay otros animales también que forman parte del equipo, aunque a mí me gustan los gorriones. Cada lunes llevo alpiste para alimentar a las colonias próximas al trabajo. Es mi pequeño gesto para luchar contra la desaparición de los gorriones urbanos. Hoy no ha sido excepción, pero está claro que con la cantidad que suministro no da para cubrir las necesidades de todos. Desafortunadamente, los restos de la empanada no han servido para mucho.
Aun así, la gorriona se ha acercado lo suficiente a mí. No quería ser mi amiga, solamente alimentarse. No creo que sean muy empáticos, pero sí son bonitos, graciosos incluso. Lástima que estén en decadencia y un día terminen por desaparecer. Con ella he estado entretenida un rato, simplemente mirándola pasear a mi alrededor en busca de comida, observando la vida cotidiana de un gorrión.
Y así ha pasado un rato.

1 comentario:

Rydwlf dijo...

Hola,

¡No me extraña que estén desapareciendo, si fuman tanto!

Bromas aparte, a mi también me entristece que estén desapareciendo. Me gustan mucho.

Salud!
R.