viernes, febrero 09, 2018

Suicidio

En uno de los grupos a los que estoy suscrita en Facebook, aparecieron ayer con escasa diferencia temporal dos notificaciones de dos mujeres que querían suicidarse. El corazón se me encogió porque es la primera vez que veo una declaración tan contundente referida al sucidio. Normalmente estas expresiones son peticiones de socorro de personas que están realmente mal y que piensan en el sucidido, pero que realmente no desean hacerlo. Piden ayuda de esta manera porque no saben hacerlo de otra manera, y esperan que alguien reciba la llamada y la atienda.

Cientos de miembros del grupo empezaron a enviar sus mensajes de apoyo y ayuda. Podría haberme inhibido, pero pensé que quizás yo podría contribuir de alguna manera. No es que yo esté en las mejores condiciones emocionales para animar a nadie, ni siquiera para aconsejar, la verdad, pero internamente me sentí impelida.

¿Qué decir en estos casos? No sé mucho de ellas, solamente que son estadounidenses de mediada edad y que sufren. Yo he estado en esa situación, y aun así, no sé bien qué decir. Sé que frases tipo "tú vales mucho" no sirven para nada, porque ellas no se sienten así. Se lo comentaba a Rydwlf hace poco: a veces recibes piropos o alabanzas, y sabes que son palabras bonitas, pero simplemente no te llegan porque tú no te reconoces en las mismas, no te identificas con la imagen que te están transmitiendo. Por eso no tienen ningún efecto, por lo menos a nivel consciente.

Tampoco sirven frases tipo "piensa en tu familia", porque en ese momento solamente estás tú con tu dolor y la oscuridad que envuelve todo lo que hay a tu alrededor. Ahí no hay nada más. Ni siquiera tus seres queridos. Y las consecuencias te la sudan muchísimo. Simplemente no importa nada más que parar ese dolor que te devora por dentro. Palabras como "piensa en tu familia" parecen querer relativizar el dolor que para ti es muy real, muy tangible, muy presente, muy agudo.  Es como decir que tus sentimientos no importan. Entonces, si tú no importas, ¿por qué no suicidarte?

Luego están los que te amenazan con el karma o el infierno, como si en esos momentos tu alma te importase una mierda. El dolor es tan grande que lo único que deseas es pararlo. De tu alma te puedes ocupar luego, en otra vida, en otra dimensión. Quizás sea un error despreciar este aspecto, pero en el momento en el que el dolor aprieta, eso te da igual. Mi amiga Ainoa me dijo que cuando uno se suicida, su alma se queda atrapada hasta que llega el momento en que tendría que haberse ido. Imagina tener que morir con 98 años y estar desde los 40 esperando sin poder comunicarte con nadie y siendo consciente de todo lo que acontece. No es muy bonito. No más que ir al círculo de los suicidas. Como en la película "Más Allá de los Sueños", donde reflejaban ese espacio destinado a los que han atentado contra sí mismos. Es una película muy bonita, por cierto. Pero mira, hasta el protagonista (Robin Williams) se suicidó.

Por tanto hay que elegir las palabras con cuidado.

Al final decido centrarme en lo único que sé cuando el dolor azuza: dejar pasar el tiempo. Y mientras llorar y dormir. Es lo único que a mí me ha funcionado hasta el momento. Darse tiempo para llorar la tristeza, la desesperanza, el odio a uno mismo, la ansiedad, la insensibilidad...Usar el tiempo que sea necesario para vaciarse de todo: una semana, un mes, un año, un lustro... Y luego quizás empezar a llenar ese vacío con cosas más positivas, aunque el vacío sea enorme y jamás pueda cubrirse.

Aun así les he dicho algo que creo realmente: que son personas valientes. Lo son por tener el coraje de compartir sus sentimientos y pedir ayuda. Lidiar con el dolor no es fácil. Se necesita mucha fuerza para poder resistir, y a veces la vida te da más dolor del que crees que puedes soportar. Sólo por estar luchando, ya eres valiente.

Y luego es importante darse una oportunidad a sí mismo. Una, dos, cincuenta, cien...las que hagan falta, si eres capaz de llegar a eso. Darte la oportunidad de comenzar de nuevo. Quizás sólo se trata de eso: el dolor sólo pretenden impulsarte al cambio, a un cambio drástico. ¿No es un cambio una especie de pequeña muerte? A lo mejor es bueno mandarlo todo al carajo: familia, amigos, trabajo...y empezar de cero una nueva versión de ti mismo.

1 comentario:

Rydwlf dijo...

Hola.

Haré un comentario breve aunque el tema da para mucho.

"Quizás sólo se trata de eso: el dolor sólo pretenden impulsarte al cambio, a un cambio drástico. ¿No es un cambio una especie de pequeña muerte? A lo mejor es bueno mandarlo todo al carajo: familia, amigos, trabajo...y empezar de cero una nueva versión de ti mismo."

Creo que con esto aciertas plenamente; al menos, coincide bastante con lo que yo pienso.
Si yo me viera en esos pensamientos, espero recordar la conclusión a la que llegué en su día: suicidio, sí, pero suicidio social, o de uno mismo, o como queramos llamarlo. Me iría a la India a ayudar a gente que quiere vivir y no puede, o al Norte de Islandia a tallar madera y tirar piedras al mar...

Dicho de otro modo, para mi los consejos al aspirante a suicida son:

1. Espérate un poco, que ya sé que no tienes ganas, pero vamos a ver qué trae el mañana. Total, si ya habías decidido irte, ¿qué más te da quedarte un rato más a ver si llegamos a a la Luna o se descubren los alien? Como quedarse viendo la teletienda, pero a otro nivel..

2. Si eso no te vale... huye, cambia, vete. Cambia de vida. Manda todo al infierno. Vete al desierto, al Himalaya o a la selva. Hazte explorador, o canalla, o santo. Empaqueta a tu yo hasta la fecha y camina.

3. Un viaje al bosque es siempre terapéutico.

En fin, coincide un poco bastante con lo que tú piensas, me parece.

Buen fin de.