"Campeones" la nueva película de Javier Fresser no aporta ninguna novedad. Es la típica historia que hemos visto anteriormente donde un entrenador de élite termina entrenando a un grupo de fracasados a los que termina convirtiendo en un equipo vencedor. Lo hemos visto, por ejemplo, con Emilio Estévez en "Somos los Mejores" (The mighty ducks), pero hay otras más.
La diferencia aquí es que el equipo en cuestión está formado por personas con deficiencia intelectual, lo cual le da un carácter especial a la película. Aquí, cada jugador tiene unas peculiaridades y unas manías, que le dan una identidad singular. Esto dificulta al principio la labor del entrenador, pero finalmente son elementos que ayudan a la cohesión del grupo. También son el origen de la mayoría de las situaciones cómicas y no cómicas de la película. Por su parte, el trato del entrenador con su equipo termina por ayudarle a mejorar su vida.
La película se puede calificar como una comedia. Es entretenida y amable, pero no me parece que esté edulcorada en exceso. No diría que es un peliculón, más bien es una especie de vehículo social. La película exalta la diferencia como valor, y la necesidad de la integración y la tolerancia. De hecho, una de las frases más significativas de la misma es la pregunta que hace uno de los personajes: "¿Qué es ser normal?". Hay cierta moralina, pero no resulta cargante.
Por cierto, hay una parte de la película que está rodada en Islantilla, precisamente en el hotel en el que estuvimos alojadas Ame y yo para el Iberman. Qué sorpresa y qué recuerdos.
1 comentario:
Hola,
Desde que he oído sobre esta película, me he preguntado cómo consigue crear escenas cómicas que no se basen precisamente en las limitaciones de los personajes.
La respuesta la tendría si viera la película, pero no lo voy a hacer a corto plazo (no por nada; no tengo tiempo de ir al cine).
Por ejemplo, vi una escena en que el entrenador tira la pelota a un miembro del equipo, con la intención clara de que la coja, pero en lugar de eso, el miembro no reacciona a tiempo y la pelota se estrella en su cara. ¿Es una escena que intentar ser graciosa? Realmente, no lo sé. A mi personalmente no me lo parece; pero puede ser que no se trata de mi tipo de humor. ¿Me haría gracia si el actor no tuviese "una limitación" (o "discapacidad", como leo en la prensa)? Creo que tampoco. De todos modos, hacer coexistir comedia y limitaciones puede ser arriesgado; no sé cómo de bien lo resuelven guionista y director, como digo.
Eso sí, estoy de acuerdo en la necesidad de aceptación, comprensión, normalidad, y en esa pregunta de ¿qué es ser normal? Yo, desde luego, no me siento normal.
Salud!
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