Una amiga acaba de anunciar que se divorcia. Me sorprende relativamente, porque desde que la conozco, hace ya diez años, viene considerando la posibilidad. Son muchas desavenencias y desencuentros entre ambos. Pero esto es como el cuento del lobo: tanto anunciar que viene el lobo, al final dejas de creerlo, y finalmente llega. Pues sí, ha llegado.
Sorprende que decidan divorciarse justo ahora. Su mensaje: "...tras 20 años de movidas hemos decidido poner fin por el bien y la estabilidad de los niños". Me dan ganas de darle mi opinión, pero me voy a abstener para no tener lío. Pero la realidad es que "por el bien y la estabilidad de los niños" lo mejor habría sido que se hubiesen divorciado hace muchos años. El ejemplo que han tenido que ver (y aprender) esos niños ha debido ser terrible: muchas faltas de respeto, menosprecios, violencia verbal, y actitudes chulescas por parte de ambos. Pero "por el bien y la estabilidad de los niños" preferimos mantenernos casados para dar una imagen falsa de familia perfecta e ideal, porque "ser buenos padres" significa aguantar una situación desagradable e insostenible. Como si los niños no percibiesen que en la familia algo no anda bien, como si no se viesen afectados por lo que se trata de ocultar. Si el divorcio tiene impacto en los niños, no menos impacto tiene un ambiente nocivo.
Otra de las mentiras de esta historia es el "nos queremos mucho". Será amor, no diré que no, pero un amor muy tóxico. A veces la gente confunde ser tóxico con ser apasionado. Quizás las discusiones sean un aliciente para avivar la llama, pero la forma de discutir de esta gente era demasiado agresiva. Si había amor, también había mucho rencor. Además, yo no veía muchos puntos de encuentro entre ambos, complicidad, apoyo. Yo todavía recuerdo esos fines de semana cuando él se iba con los amigos a hacer vivac a la montaña, dejando a la familia en casa. Muy de macho-alfa.
Por último llegamos al último punto: el sostén económico familiar. Uno de los grandes escollos que quedan por superar en la sociedad moderna es que la familia pueda quedar sostenida por la mujer. Es algo que a los hombres les cuesta muchísimo aceptar. Es como si eso afectase a su hombría, les hace sentir tremendamente inferiores. Me gustaría saber qué dice Hellinger sobre este punto: ¿debe el hombre desarrollar necesariamente el rol de defensor-proveedor?
Pues en una familia de origen tremendamente conservador esto importa. Pero las circunstancias eran así: ella terminó por aportar la mayor parte del salario familiar, además de ocuparse de los niños, limpiar la casa, y cocinar. La última vez que hablé con ella, me dijo que se levantaba a las 4 de la mañana y se acostaba a las 12, algo que me parece un atentado a la salud. Es un ritmo que se puede mantener puntualmente, pero termina por pasar factura, y más a una mujer que ha pasado por un cáncer de pecho no hace tanto tiempo.
No he hablado con mi amiga sobre el tema, no me importa mucho. Pero aparentemente ella está anormalmente bien. Siempre que tiene un problema hace igual: lo ignora y hace como si no le afectase. Así que ahora todo es optimismo e ilusión, como si nada hubiese pasado y tuviese un futuro maravilloso y multicolor delante del camino. Pero tiene por delante varios temas que solucionar. El más peliagudo no va a ser la custodia de los hijos (y el perro), que seguramente la obtenga ella, y no por ser mujer, sino porque el marido se va a desentender ("los hijos los querías tú", que dijo él una vez). El tema más peliagudo va a ser la casa, de alto valor económico. De momento, mientras alguno de los hijos sigue siendo menor de edad, la casa quedará para quien tenga la custodia, pero los años pasan rápido y no quedan tanto para que los hijos alcancen la mayoría de edad. ¿Qué pasará? Viendo cómo han discutido en el amor, me imagino cómo van a discutir en la guerra (y eso que el divorcio parece consensuado). Lo iremos viendo.
Sorprende que decidan divorciarse justo ahora. Su mensaje: "...tras 20 años de movidas hemos decidido poner fin por el bien y la estabilidad de los niños". Me dan ganas de darle mi opinión, pero me voy a abstener para no tener lío. Pero la realidad es que "por el bien y la estabilidad de los niños" lo mejor habría sido que se hubiesen divorciado hace muchos años. El ejemplo que han tenido que ver (y aprender) esos niños ha debido ser terrible: muchas faltas de respeto, menosprecios, violencia verbal, y actitudes chulescas por parte de ambos. Pero "por el bien y la estabilidad de los niños" preferimos mantenernos casados para dar una imagen falsa de familia perfecta e ideal, porque "ser buenos padres" significa aguantar una situación desagradable e insostenible. Como si los niños no percibiesen que en la familia algo no anda bien, como si no se viesen afectados por lo que se trata de ocultar. Si el divorcio tiene impacto en los niños, no menos impacto tiene un ambiente nocivo.
Otra de las mentiras de esta historia es el "nos queremos mucho". Será amor, no diré que no, pero un amor muy tóxico. A veces la gente confunde ser tóxico con ser apasionado. Quizás las discusiones sean un aliciente para avivar la llama, pero la forma de discutir de esta gente era demasiado agresiva. Si había amor, también había mucho rencor. Además, yo no veía muchos puntos de encuentro entre ambos, complicidad, apoyo. Yo todavía recuerdo esos fines de semana cuando él se iba con los amigos a hacer vivac a la montaña, dejando a la familia en casa. Muy de macho-alfa.
Por último llegamos al último punto: el sostén económico familiar. Uno de los grandes escollos que quedan por superar en la sociedad moderna es que la familia pueda quedar sostenida por la mujer. Es algo que a los hombres les cuesta muchísimo aceptar. Es como si eso afectase a su hombría, les hace sentir tremendamente inferiores. Me gustaría saber qué dice Hellinger sobre este punto: ¿debe el hombre desarrollar necesariamente el rol de defensor-proveedor?
Pues en una familia de origen tremendamente conservador esto importa. Pero las circunstancias eran así: ella terminó por aportar la mayor parte del salario familiar, además de ocuparse de los niños, limpiar la casa, y cocinar. La última vez que hablé con ella, me dijo que se levantaba a las 4 de la mañana y se acostaba a las 12, algo que me parece un atentado a la salud. Es un ritmo que se puede mantener puntualmente, pero termina por pasar factura, y más a una mujer que ha pasado por un cáncer de pecho no hace tanto tiempo.
No he hablado con mi amiga sobre el tema, no me importa mucho. Pero aparentemente ella está anormalmente bien. Siempre que tiene un problema hace igual: lo ignora y hace como si no le afectase. Así que ahora todo es optimismo e ilusión, como si nada hubiese pasado y tuviese un futuro maravilloso y multicolor delante del camino. Pero tiene por delante varios temas que solucionar. El más peliagudo no va a ser la custodia de los hijos (y el perro), que seguramente la obtenga ella, y no por ser mujer, sino porque el marido se va a desentender ("los hijos los querías tú", que dijo él una vez). El tema más peliagudo va a ser la casa, de alto valor económico. De momento, mientras alguno de los hijos sigue siendo menor de edad, la casa quedará para quien tenga la custodia, pero los años pasan rápido y no quedan tanto para que los hijos alcancen la mayoría de edad. ¿Qué pasará? Viendo cómo han discutido en el amor, me imagino cómo van a discutir en la guerra (y eso que el divorcio parece consensuado). Lo iremos viendo.
1 comentario:
Hola,
Un par de comentarios que me sugiere este asunto; escritos sin saber del caso más que lo que aquí leo, y probablemente metiendo la pata desde la distancia que impone el teclear frente a un PC.
"por el bien y la estabilidad de los niños".
En efecto, menuda excusa.
"nos queremos mucho".
No soy nadie para juzgar cómo define cada cuál "cariño" y "amor", pero desde luego no parecen coincidir con mis definiciones.
Me dan ganas de darle mi opinión, pero me voy a abstener para no tener lío. Pero la realidad es que "por el bien y la estabilidad de los niños" lo mejor habría sido que se hubiesen divorciado hace muchos años. El ejemplo que han tenido que ver (y aprender) esos niños ha debido ser terrible: muchas faltas de respeto, menosprecios, violencia verbal, y actitudes chulescas por parte de ambos. Pero "por el bien y la estabilidad de los niños" preferimos mantenernos casados para dar una imagen falsa de familia perfecta e ideal, porque "ser buenos padres" significa aguantar una situación desagradable e insostenible. Como si los niños no percibiesen que en la familia algo no anda bien, como si no se viesen afectados por lo que se trata de ocultar. Si el divorcio tiene impacto en los niños, no menos impacto tiene un ambiente nocivo.
"él se iba con los amigos a hacer vivac a la montaña, dejando a la familia en casa. Muy de macho-alfa."
Eso no es de macho alfa. Eso es de egoísta, o como mucho, de persona que está tan realmente hundida y rota que necesita escapar a toda costa (ya que estoy opinando debo decir que me suena más a lo primero; lo segundo es realmente infrecuente).
Macho alfa es que el se deja los c**ones y su piel por sacar adelante a su familia y defenderla en lo que pueda de las tortas que vengan. Irse por ahí es escapar, y escapar no es de "macho", ni alfa ni beta.
"que la familia pueda quedar sostenida por la mujer. Es algo que a los hombres les cuesta muchísimo aceptar".
Cierto es, sobre todo porque es un supuesto cultural, del mismo tipo que "los hombres no lloran" o "las chicas tienen que ser monas". Aunque en mi caso, no debo de estar entre esos. Quizá sea un poco más objetivo que la media o quizás me dén igual muchos de los estereotipos.
"se levantaba a las 4 de la mañana y se acostaba a las 12".
Si hacía eso de verdad, no sería capaz de hablar con coherencia, expresarse ni mucho menos trabajar. Es como decir que haces 10.000 abdominales cada 2 horas o que sobrevives con 10 cl de líquidos al día. Seguramente dormía poco, pero no tan poco.
En fin, otra historia más de divorcio. Espero que les vaya bien y sobre todo a los niños. Perdón por haber opinado sin saber sobre su situación. Tómense por tanto mis opiniones como derivadas de un caso genérico.
R.
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