Acabo de descubrir esta historia y me ha encantado. La comparto.
Dionisio, dios griego de las fiestas y el vino, se había enamorado de una mujer llamada Amethystas. Pero ella quería mantenerse casta y, conociendo la fama del dios, pidió protección a la diosa Artemisa. Artemisa la convirtió en una piedra blanca.
Cuando Dionisio encontró la piedra y vio que su amada se había convertido en un bloque de cuarzo, arrepentido lloró vino sobre la piedra, la cual se tiñó del color morado típico de la amatista.
Desde entonces la piedra protege contra la embriaguez. El mismo nombre "amatista" parece significar "no embriagarse". Aunque no creo que sea su propiedad más conocida. Para mí es una piedra transmutadora, muy indicada para combatir las pesadillas.
1 comentario:
Preciosa historia, gracias!
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