lunes, diciembre 03, 2018

La muerte y la orquídea

Me levanto y lo primero que siento es el sueño, y lo siguiente el peso en el corazón. Es como si fuese un agujero negro de tristeza y pesadumbre. Me cuesta levantarme y no tengo ninguna gana de ir a trabajar. Últimamente me estoy preguntado si mi trabajo es lo que realmente quiero hacer, pero aunque la respuesta sea "No", tampoco tengo una alternativa, así que me moriré de asco. Pero aún quiero creer que se trata de mucho cansancio mental y emocional acumulado.

Conforme se acerca el día del nacimiento de BH, me pongo más triste. Enero va a ser una juerga. También le echo de menos a él, como cada día. Este año no habrá celebración del día de la Cobra.

Esta mañana he visto pasear a la muerte por Barrio de la Concepción. Caminaba deprisa con un perro blanco al lado, sin llevar su típica guadaña. He pensado que a la muerte le pasa como a mí, que quiere atender muchas cosas antes de ir a trabajar. Será que estaba entretenida que he tenido dos percances de tráfico sin mayores consecuencias. Odio cruzar Chamartín.

Aparco, doy de comer a mis gorriones, y camino pesadamente a la oficina. Tengo varias reuniones y cero ganas de hacerlas. Lo único que me apetece es que pase el día rápido y poder ir a acupuntura para dormir. Pero según llego recibo un whatsapp de Luis Carlos con un enlace al Cosmic Briefing de Luna Dominante indicando los beneficios del novilunio del 7 de diciembre. Son unos aspectos increíbles para sembrar. Espero no olvidar escribir mis intenciones.

Luis Carlos me lo manda a mí porque soy la pesada de la astrología del grupo de Gestión. Pero sí, me gusta que me manden estas cosas. También me propone tomarnos un café, dado que trabajamos relativamente cerca. Me hace gracia el chaval porque me recuerda mucho a Diedrito. No pueden ser más iguales. Qué alazo siete tiene. Hasta se llaman igual.

Llego a la oficina y Belén me ha dejado una orquídea en mi mesa. Mi primera orquídea. Es preciosa. A ver si soy capaz de cuidarla. Veo que el jacinto también empieza a florecer. Parece primavera. Es increíble lo mucho que enriquecen las plantas. En la mudanza trajimos varios esquejes para que sacaran raíces: hay un cóleo, un poto, y una planta de hojas rosas cuyo nombre desconozco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, la vida es una mierda... pero también es maravillosa, ¡y es la mejor que tenemos para elegir!
:-)