2 meses han pasado desde aquel maldito 9 de enero. Y todo sigue igual en mi interior.
Los sentimientos no han cambiado ni un ápice, porque eran reales, profundos y sinceros, porque estaban arraigados en mi corazón como un rosal en la tierra.
Mis sentimientos siguen siendo vivos e intensos. Ni siquiera se han transformado, no se han desplazado.
Quizás llevan alguna capa de frustración, enojo, incluso resentimiento, pero su centro es puro e inmaculado, como la pepita de oro extraída de la mena.
Y lo que nos pertenece lo cuidamos, lo protegemos.
El amor que no muere, ¿mata?
Hay días que son menos difíciles que otros.
2 comentarios:
Ánimo. Poco a poco. Besos
No hay nada malo. Tu amor... eres tú. Matarlo sería violentarte. Sigue caminando hacia la luz aunque las lágrimas te impidan ver. Confía aunque creas que no tienes motivos. Y si te puede ayudar, hermana, piensa que yo estoy, también, en ese preciso empeño.
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