lunes, marzo 26, 2018

Falta de motivación

Hace un año me saqué el título de masaje tailandés estilo Chiang Mai. Sé por qué lo hice y por quién lo hice. Ahora esa idea me hace sentir estúpida. Si tuviese que volver a hacerlo, tendría que encontrar otras razones diferentes, y ahora mismo, ninguna me convence.

Mi debilidad principal sigue siendo la práctica, la puesta a tierra. En primer lugar no tengo demasiada gente con la que practicar. Mi madre estaría encantada, pero lo que no quiero es que se piense que esto es una obligación: el masaje de los domingos de la señora Cristina. Me da muchísima pereza.
El masaje thai es bastante demandante físicamente para la persona que lo da, y dura como 1,5h.
Demasiado tiempo y esfuerzo como para tomármelo en serio, y más ahora que lo único que me apetece es dormir.

La excusa sería buena si no fuera porque no solamente me pasa con el thai, también me pasa con el reiki, los registros, el eft, la reflexología. Es como si no encontrase la motivación para ponerlo en práctica. Disfruté mucho haciendo los cursos, pero ahora no sé cómo darles salida. Creo que lo único en lo que mantengo una rutina más o menos regular es el ho'oponopono, y tiene mucho que ver con que la técnica no puede ser más fácil, y además se puede realizar en cualquier momento del día, unido incluso a otras actividades.Parece la acumulación de conocimiento por acumular. Muy siete.
No sé si en el fondo no me gustan estas prácticas, si es que soy perezosa, o simplemente es que la desmotivación que tengo es tal que no encuentro energía para nada.

Tengo ante mí varios posibles cursos, especialmente Reiki III y Médicos del Cielo. Pero ¿cómo voy a hacer Reiki III si aún no he acabado las prácticas del II? Y ¿para qué voy a hacer el curso de MC si después no voy a dárselo a nadie? Quizás ése debería ser uno de los criterios a la hora de hacer un curso: que me valga para hacérmelo a mí. Pero de los que he nombrado, todos salvo el masaje thai aplican. Y lo peor es que si no hago estos cursos...¿qué hago? No se me ocurre nada en lo que emplear mi tiempo, además del deporte y de dormir. Bueno, y trabajar.

No sé...supongo que estoy en transición y no debería forzarme a nada. Pero me da miedo parar del todo y caer en una depresión enorme. Mientras tengo actividad mental y mientras duermo, no pienso (bueno, no pienso tanto). Y si no pienso, puedo pasar el día sin tanto dolor. Digamos que me estoy anestesiando con actividades. Pero estos días estoy tan cansada (¿astenia o tristeza?) que no tengo energía suficiente para mantener el ritmo.

Y luego está la búsqueda eterna de esa cosa única y especial que dé sentido a mi vida. Sigo buscando, y me temo que jamás la encontraré.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Morrigan,

La motivación eres tú misma. Crecer, mejorar en lo que se te da bien y, si puedes, ayudar a los que te rodean. Si tú estás bien. Si te hace feliz. Cuando te haga feliz.

Si algo he aprendido de mi vida y mi observación y mis sentimientos y mi alma, es:
- Todo sirve para algo
- Nada es porque sí
- Uno decide el efecto de la vida sobre sí mismo, y de sí mismo sobre los demás... y vuelta
- Saber qué es "Uno" no es inmediato

Todo es amor. Lo único que realmente importa es el amor. No hay nada que dé sentido a la vida, la vida es todo el sentido. Esto es un viaje. Viaja.

Morrigan dijo...

Yo sólo sé que no soy nada. Ahora mismo nada me hace feliz, como para encima preocuparme de los demás, que en general se han demostrado falsos e interesados. Y no, no todo depende de nosotros en nuestra vida.

Morrigan dijo...

Ah y el amor es una mierda. Solo sirve para sufrir y que se aprovechen de ti.

Anónimo dijo...

El amor sirve para eso y para muchas cosas más. Es maravilloso y es horrible. Es la vida, que es la muerte.

Es todo lo que hay, todo lo que importa.

Morrigan dijo...

No es todo lo que hay, y menos todo lo que importa. No en mi experiencia.