miércoles, junio 20, 2018

BH



A falta de conocer el sexo, le llamábamos BH, que significa "Bitxito Hanseático". De origen supuestamente medio danés, e implantado en HH. Un auténtico vikingo. Aunque ya bromeábamos con los nombres, especialmente orientados a fastidiar a los abuelos. Al final siempre será BH porque no pudo ser.

Ayer sentía unos calambres semejantes a los de la regla, pero mucho más suaves. Poco después comprobaba que estaba sangrando. Fui a urgencias y me confirmaron lo peor: el corazón no latía. En pleno schock, me daban a elegir entre dos opciones de aborto terapéutico: legrado o pastillas. Me dieron dos horas para pensarlo, mientras salían los resultados de la analítica. Pero daba igual: estaba totalmente fuera de juego. Era incapaz de pensar, incapaz de procesar nada, incapaz de evaluar nada. Estaba muy desconcertada y tenía muchas ganas de llorar, reprimidas para no hacerlo en público.

Al final me decanté por las pastillas. Creo que elegí esta opción para que mi cuerpo y mi mente fueran conscientes del proceso y de la despedida. Después de ponerme la inyección de gammaglobulina, obligatoria para las RH-, la pastilla empezó a hacerme efecto. Iba conduciendo camino a casa. empecé a sentir un malestar general que se tradujo en unas ganas de vomitar terribles. Pensé que o bien me la pegaba, o iba a poner el coche perdido. Conseguí llegar al garaje, aparcar, y caminar hacia casa, pero me sentía fatal. "Es como una regla fuerte", me dijo la doctora. Y una buena mierda. Yo he tenido reglas fuertes y ninguna se ha parecido jamás a esto. Jamás he sentido un dolor y un malestar tan grandes como esto. Jamás. Dolor abdominal agudo y constante, escalofríos, sudores fríos, espasmos. Fue tan doloroso que pensé que no iba a soportarlo. Mi madre sugirió regresar a urgencias, pero no tenía fuerzas para ponerme en pie, y menos para estar esperando en urgencias a que me atendieran.

Poco a poco, el paracetamol fue haciendo efecto y el dolor se fue apaciguando, que no desapareciendo. Pude dormir algo, pero poco tiempo. He estado toda la noche dormitando. Esta mañana me sentía algo mejor. Gracias a dios, hoy teletrabajo.

El dolor físico aplazó completamente el dolor emocional, pero sé que tengo que afrontarlo hoy y los días próximos. A ratos lloro, pero necesito que se abran las compuertas y vaciarme, igual que mi útero se está vaciando. Creo que he sentido a BH caer al retrete. Me parece un final tristísimo. Lo echo mucho de menos, más de lo que habría imaginado. Y sólo tenía 10 semanas. Echo de menos también el futuro que podríamos haber tenido. Ahora tengo que cancelar todos los planes que había hecho para los siguientes meses: pintar la casa, acondicionar la habitación pequeña, sacar el router al salón, hacerl el album de fotos...¿Y qué hago con los planes inmediatos? Hoy íbamos a ir al gimnasio y luego ver el partido, el sábado íbamos a ver las hogueras de San Juan, íbamos a concer juntos el SüdTirol...Ya no. 

Me siento vacía y muerta. También me siento culpable, porque siento que quizás haya sido culpa mía. Porque me sentía físicamente tan fuerte, tan invencible. O quizás haya sido por toda esa tristeza que venía cargando. Nunca sabré las causas, y seguramente da igual, pero ese resquicio da alas a la culpa.

Este año está siendo una mierda, la verdad. Es una pérdida tras otra, a cual más dolorosa. Quizás estoy maldita.  Estoy agotada emocionalmente y ahora mismo no tengo ningún tipo de ilusión por el futuro.

Algunas personas me dicen que sea fuerte, que saldré adelante, que todo irá bien, que puedo volver a intentarlo. ¿Intentarlo? Yo ahora mismo no tengo ni fuerzas ni ánimo para nada, y para pasar por esto otra vez, no sé. Si por mí fuera, me echaría a dormir y no despertaría nunca más.

En cuanto a BH, él será mi bebé siempre, y siempre ocupará un lugar en mi corazón, en el museo de los sueños rotos.

No hay comentarios: