domingo, junio 03, 2018

El juego de los vasos

Clase de eneatipo 3, una de las flechas del 6. Con él cerramos todos los eneatipos que me aplican. A finales de mes terminaremos el curso de eneagrama con el eneatipo 4, que no tiene nada que ver conmigo, aunque temo que he debido recibir su influencia por parte de mi madre, que es un eneatipo 2.

Durante todo el día de clase hemos visto las características y los temas del eneatipo 3. Uno de estos temas es la competición, y Raquel quiere que lo experimentemos. Para ello nos propone un juego: dos equipos intentando construir una torre de vasos de plástico en el menor tiempo posible, haciendo uso de una goma que va a ser con la que capturemos y transportemos los vasos. La idea es montar una base de 3 vasos, una parte central de 2 vasos, y coronando 1 vaso. Los equipos inicialmente se componen de 3 y 2 personas. En el trío estamos los eneatipos mentales, una 5 y una 6, y una instintiva, un 8. En el dúo los emocionales, una 2 y un 3.

Comienza la primera ronda. A mí no me gusta jugar porque no me gusta perder. Lo llevo fatal. Pero una vez que empieza el juego, juego para ganar. Naturalmente abandono mi eneatipo 6 y me voy al 3, enfocándome en el juego (siempre se me ha dado bien enfocarme). El 5 y el 8 también están totalmente centradas en ejecutar la tarea, y apenas hablamos, salvo para decidir cómo proceder en el siguiente paso, el cual siempre parece que es evidente. Terminamos enseguida. Para entonces el otro equipo solamente ha montado la base, pero es que se han pasado todo el rato de cháchara sin demasiado orden. La verdad que esperaba más del 3, pero para mí que se ha ido al 9.

Segunda ronda con cambio de los equipos. Me toca formar dúo con el 3. Nuestra energía es muy parecida, así que nos entendemos bien. El chico deja que yo tome el liderazgo de la tarea y se dedica a seguir.  Nos enfocamos mucho y terminamos pronto. No sé muy bien qué ha pasado en el otro equipo. Sé que la 5 y la 8 están sintonizadas, pero la 2 no se ha acoplado bien. Se nota claramente que está muy fuera de lugar. No quiere jugar, solamente quiere huir.

Tercera ronda. Misma composición, pero les toca liderar a los emocionales. Me cuesta un poco ceder el control, pero dejo que el 3 guíe. La curva de aprendizaje (los muy cretinos se ríen de mí por usar este término) es muy notable en cada iteración. Volvemos a ganar. Es evidente que la 2 no ha liderado bien (o no ha liderado). Cuando terminamos está al borde de las lágrimas y me da mucha pena, porque su vergüenza tiene que ver con hacerlo mal. Menos mal que teníamos peluche para abrazar. La chica termina recomponiéndose. Es la persona que peor lo pasa con todas las prácticas del curso.

Cerramos la práctica con las conclusiones. El objetivo, como siempre, es ver el distinto funcionamiento de los eneatipos en diferentes situaciones para poder aprender y poder comprender. A mí me parece interesante. Esta vez además estoy satisfecha porque he ganado, y eso siempre me causa placer. Aunque debería aprender a disfrutar más los juegos, en general.

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