miércoles, octubre 03, 2018

Hecate

Esto es un viaje. Sabes dónde quieres ir, pero no sabes dónde vas a llegar. Seguramente no dónde imaginaste, sino donde necesitas. "Lo correcto y perfecto para ti", que dirían en ho'oponopono. Y así estoy embarcada en una nave que me lleva a algún destino ignoto, con cierto miedo a lo desconocido, y sabiendo que es un camino donde voy a exponerme mucho y donde va a salir mucha basura enterrada. Voy a intentar abrir las puertas del inconsciente, donde están grabadas todas las memorias y las creencias limitantes que han conformado mi vida tal y como es ahora. Me da miedo enfrentar esa basura que se almacena en mi mente desde pequeña, y saber que esa basura es más fuerte y poderosa que la voluntad de conseguir algo que quieres, y que quizás eso no se pueda modificar.

Viajo como una kamikaze, como aquellos que no tienen nada que perder ya, a pecho descubierto y sin protección, para adentrarse en un espacio que va a provocar sangre y lágrimas. Es como bajar al. Inframundo, a la oscuridad más profunda, donde habitan los demonios y las pesadillas. Pero el Inframundo es también un portal de transformación, de muerte y renacimiento. Que Hecate me ilumine el camino, porque este viaje es con ella. Siempre me dieron miedo las diosas oscuras, y sin embargo son las que más me atraen desde siempre. Ahora camino con ellas.

La primera toma de contacto me habla de mi fidelidad al árbol, de mi proyecto sentido, de mi bebé muerto, y de los excluidos del sistema: un bisabuelo cuya historia nunca fue contada, y un niño sin tumba ni luto. Tengo que levantar el árbol y ahondar en mi proyecto sentido. Va a doler mucho, pero no sé si tanto como lo que me ha dolido este año. Dos meses de viaje por mi historia y la de mis ancestros, sin saber muy bien para qué. Y menos cuando me siento tan débil emocionalmente, tan herida. Sin embargo quiero hacerlo. Quiero recorrer ese camino, aunque después no sepa qué hacer con toda la comprensión que encuentre, ni sepa qué hacer desde el lugar adonde llegue, ni reconozca a la persona que salga del Inframundo. Otra cosa no, pero a pesar del miedo soy bastante valiente. Es lo que tiene el contrafóbico.

Acabo de caer en que Paz será mi Hecate personal. Ella es la que va a llevarme por el laberinto de mi mente, la que me va a llevar a mi Inconsciente. Eso me obliga a confiar mucho en una persona que no conozco y mostrarle de golpe cosas que gente más allegadas ni conoce. Esto es algo que no suelo llevar bien. De momento el encuentro ha sido positivo, a pesar de que es un eneatipo 8, y Raquel decía que podía ser un tanto brusca. No me lo ha parecido por el momento, aunque quizás estoy ya curada de espanto con los egos académicos. Veremos más adelante cuando empiece a hurgar en la herida y me obligue a ver lo que me niego.

Curiosamente Plutón acaba de entrar en directo y dice: no tengo miedo de ver la sombra. A ver qué opina Venus. 

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