viernes, julio 27, 2018

Limpiando el linaje


Esta idea me parece muy bonita: cuando tu abuela estaba embarazada de tu madre, tu madre ya tenía en ella el óvulo que te engendraría a ti. Lo que significa que durante unos meses existió una conexión entre abuela-madre-hijo, los tres erais uno. Tu abuela le transmitió a tu madre una carga de información genética, pero también te la transmitió a ti. También lo hizo su madre y la madre de su madre, y así hasta el origen de los tiempos (hasta el LUCA). Esta idea sirve para ilustrar la conexión con el linaje materno para demostrar que somos el resultado de miles de generaciones anteriores a nosotros.

Esta idea surgió ayer en mi práctica de preparación para el rito del sábado. Tenía que escribir una carta, y en un momento dado apareció la idea del linaje. Si hasta ese momento mi actitud en la carta había sido un tanto tibia, todo cambió al aparecer el linaje. Ambos linajes, materno y paterno. Muchos de estos rituales de energía femenina se centran fundamentalmente en el linaje materno, pero para mí ambas ramas son importantes, y me gusta meter a todas mis ancestras en ellos.

Al pensar en mis ancestras, reconozco esa cadena que se prolonga desde el presente hacia el pasado.
Elsa, hija de Mª Cristina, hija de Cristina, hija de Juana, hija de Thomasa, hija de Juana, hija de Manuela. Mi prima Beatriz hizo un buen trabajo levantando el árbol materno (aunque falta información para conocer el transgeneracional, que tendré que completar en el curso de gestión emocional). Reconozco que soy su legado en el mundo. También lo soy, por supuesto, de todas aquellas mujeres que entroncan con mi abuelo materno, así como todas aquellas que forman parte de mi rama paterna, que desafortunadamente es más desconocida. Soy el legado de todos ellos.
Reconozco que les debo mi vida y mi existencia.

Reconozco que si estoy aquí es gracias a todo lo que ellas vivieron, tanto lo bueno como lo malo. Podría intentar quedarme solamente con lo bueno, pero eso sería rechazar una parte de ellas, dado que los episodios negativos también las moldearon e influenciaron su camino, su carácter, y su cosmovisión. Al mismo tiempo, sería como rechazarme a mí misma, ya que yo integro en mí todas las experiencias que ellas vivieron. Al pensar en ellas y en sus caminos, me siento orgullosa de mi linaje, por su supervivencia, por sus vivencias, por su lucha, por sus ganas de seguir adelante, por haber superado sus vicisitudes. Hicieron lo que pudieron cuando pudieron y como pudieron, y no se les puede pedir más. No se puede negar ese trabajo y esa vida. Siento orgullo y también mucho amor por todas ellas.

Igualmente, desconozco si eran buenas o malas personas. Realmente da igual. Yo sigo siendo hija de ellos y agradezco la vida que me han dado, y la carga transgeneracional que me han transmitido.
Seguramente hay tristeza, dolor, ira, duelo, frustración, represión, sumisión, etc y lo ahora guardo en mí, en mi útero y en mi ADN, pero puedo liberarlas y liberarme también.

Hellinger dice: “cuando en una familia surge un buscador es porque éste encarna el deseo de todo el clan de salir de lo conocido e ir hacia adelante” (que es también el deseo de toda la humanidad junta.). El obligado camino del héroe. En cierta forma yo me siento una buscadora dentro de la familia, y quizás ése es mi trabajo en este mundo. Esto no es algo que se elija, supongo, simplemente surge, y quizás no solamente en mí, sino en otros de mi propia familia. Cris, por ejemplo, también está en una búsqueda, que no es la mía, pero que también rompe con lo establecido en la familia. El buscador está “obligado” a buscar nuevas vías, nuevas formas de visión. Creo que la fidelidad al árbol no está en obedecer ciegamente a las creencias familiares, a las convenciones, sino a realizar el camino propio.

Yo siempre he tenido esa sensación de estar en búsqueda constante. No sé qué busco, aunque puede que no sea importante el qué, sino el camino hacia el qué. Tampoco sé si lo que busco es para mí o es para otros, aunque si busco para mí, realmente sería igual que buscar para ellos, porque somos uno.
Existe un camino para mí libre de los patrones y los condicionantes familiares, incluso opuesto a las expectativas creadas sobre mí. Puedo recorrer el camino o no. Si no lo recorro, la siguiente generación tendrá que hacerlo por mí, porque existe esa necesidad en el linaje.

Sin saber demasiado, puedo trabajar por el clan limpiando el árbol. Esto puede ser duro, pero también me siento honrada de poder servir a mi árbol de esta forma.

Todo esto me recuerda a la intro de Within Temptation:

Some may call it a curse
A life like mine
But others, a blessing
It's certainly a lonely life
But a fulfilling one and the best
It's my cross to bear
And I'll bear it gladly
Someone has to take a stand against evil
Why should it not be me?

Puedo limpiarme y limpiar mi linaje.
Puedo liberar el dolor en mí y liberar el dolor de mi linaje.
Puedo unirme a mi tribu ancestral y sentir que formo parte de ella, aunque también mi camino es diferente. El mío propio.
Y todo esto empezó hace mucho, pero toma especial relevancia de cara al ritual del sábado.

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