No se puede decir que no lo intente. Cada día.
Me despierto, me incorporo, e intento levantar el ánimo para empezar un nuevo día.
A veces cuesta, pero termino por levantarme y echar andar.
Aunque torpemente voy dando mis pasitos, renqueando, pero siempre hacia adelante.
Es lo único que puedo hacer.
Sin embargo, la vida no parece ser muy amiga mía. Me lo pone todo muy difícil, por no decir que aplasta todo lo que intento construir.
Golpe tras golpe.
No sé si me odia o se ríe de mí. O ambas a la vez.
Aunque supongo que me lo merezo, o es mi sino. O ambas cosas a la vez.
Debo de ser alguien muy odioso, o muy repugnante.
El golpe de ahora ha sido muy duro.
Solamente me dan ganas de acurrucarme y dejarme morir.
Con el corazón hecho pedazos.
Me detesto profundamente.
1 comentario:
:-(
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