Se va 2008. No creo que haya sido un mal año en mi caso, a pesar de la escasa energía que tengo últimamente. Recapitulando, destacaría:
- El comienzo de un nuevo trabajo. Muy intenso. Consume muchísimo mi tiempo y mi energía porque me aplico mucho (una que es muy fleissig). Mis compañeras dicen que soy una máquina de trabajar porque no paro ni un momento. A ratos me recuerdo al Faunder cuando era Faunder de verdad. ¡No tengo vida propia! Muy triste. Esto es algo que tengo que cambiar en el próximo año, si mi sentido exacerbado de la responsabilidad me lo permite.
- Mi primer viaje a Bruselas. Recuerdo mi primera visita a la Comisión, mi borrachera de Duvel, la enorme variedad de cervezas que encontramos, los gofres con fresas y chocolate, el Atomium, la Grande Place y el ratito que Crisis y yo pasamos en St Gery tomando Kriek.
- La boda de Alberto en Trujillo. Inesperada invitación, pero genial. Dice Diedrito, la boda sirvió para unir más al grupo de alemán. Tiene toda la razón.
- Mi primera visita a un karaoke. ¡Dios qué bien me lo pasé! Y qué resaca más horrible al día siguiente.
- Por fin soy propietaria de mi casita. Gracias mamá, gracias papá, por la donación. Ahora sólo falta que la haga mía de una vez. En ello estamos.
- El W:O:A, por supuesto. Doris y Thorsten nos aprecian mucho, ¡qué majos son! Este año descubrimos Schlewig, un precioso pueblo de orígenes vikingos. Querríamos haber visitado el festival Vikingo, pero tuvimos mala suerte. Y cómo olvidar la Whiskería de Hamburgo tomada por los melenudos, jajajaja.El mejor concierto, el de Maiden: sublimes.
- El viaje a París. Un tiempo fantástico ¡Pedazo de cama que me dieron en el Holiday Inn! Tan mullidita, ta amorosita. El paseo por el Sena de noche y la visita al Cementerio de Montparnasse.
- El viaje a Donosti. A pesar de que empezó con mal pie, terminó siendo bastante divertido. Salvo la Maratoia. Me puse morada a churros con chocolate y a pintxitos. Y encima me han tocado 40 euros de un décimo que compartía con Crisis y mi madre.
- La muerte de J. A pesar de que teníamos poco trato, le echo de menos porque era como de la familia. Me da pena pensar en cómo se pueden truncar varias vidas en un momento. En fin…
Recomendación: hay una película independiente muy adecuada para este día: “Buscando un beso a medianoche”. Muy buena. Recuerda un poco a “Antes del Amanecer”. Eso sí, deja un sabor agridulce.
¡Feliz Año Nuevo!